MADREEHIJO

A veces, cuando siento que se me terminan las fuerzas, la evoco. Ella tenìa màs de 60 cuando la conocì, allà en Concordia.ELLA TENÌA UN HIJO CON AUTISMO. Profundo. Le decìamos "el sobreviviente", claro està, que en esos dìas, no tan lejanos, nos "arrullaban" algunas "verdades", como por ej; que nuestros hijos no tenìan mucha expectativa de vida. ÊL tenìa 37 años. ÊL ERA, ES, ADOPTADO. Ella me contò SU PEQUEÑA GRAN HISTORIA, sencillamente, en su casa sencilla, sentadas las dos bajo un àrbol, mientras Eduardo-su hijo-se dedicaba a revisar mi cartera, a la que, luego de no haber encotrado ninguna utilidad, la tirò arriba del techo.Su mamà se preocupò-como hacemos todas las mamàs- por "la travesura" de su hijo, en verdad, yo estaba màs pendiente de sus palabras-ademàs, què me iba a hacer a mì! acostumbrada a algunos actos de mi propio hijo- Asì seguimos charlando, y conociendo yo esta increìble historia de amor y coraje.Ella-años atràs- supo que no podìa tener hijos. Su marido se oponìa a adoptar. Asì, ella-QUE TENÎA TODO EL AMOR DE MADRE PARA DAR, en una ausencia de èlFUÊ A BUSCAR AL NIÑO AL QUE YA HABÎA VISTO.Ella me mostrò unos viejos papeles, certificados mèdicos, informes, donde se hablaba de un trastorno no muy especificado. Pero, ELLA SABÎA QUE SU NIÑO NO ERA PERFECTO, que tenìa un problema. que, quizàs nunca hablase. Igualmente,- me dijo- YO QUERÎA ESE NIÑO y no otro. ERA, ES MI HIJO, YO LO SÊ!!!asì, cuando llegò el esposo...bueno, èl nunca lo aceptò.Adoptaron otro màs con los años.Pero, para ella Eduardo ERA, ES ,EL HIJO.Lo llevò a todo lo que pudo-tratamientos, estudios-lo cuidò como sòlo UNA MADRE PUEDE HACERLO.NUNCA VI TANTO AMOR, TANTA ENTREGA. ES MI HIJO! entiende?...me decìa. Ay, bendita mujer, SÎ QUE ENTIENDO. ÊSTE ES MI MODESTO HOMENAJE.