EN SUSPENSO
Decidí que no iba a pensar más en esa palaba-autismo-que no iba a condicionar la crianza de mi nene . Y, así, la guardé como un archivo. que contiene datos, por si los necesitamos. Algún día. Y seguimos con nuestra vida sencilla los dos niños y yo. Por aquel tiempo, mi marido no compartía demasiado nuestra cotidianeidad. Así es que, no había muchas maneras de que VIERA a Juan Pablo. Lo que él veía era dos niños tranquilos, sonrientes, por lo general limpios y que, no demostraban mucho cuando él llegaba. No era que esta papá no tuviera en cuenta a sus hijos, es más, acostumbraba traer siempre algo, algo de comer rico, prendas de vestir, nunca juguetes. Los miraba-satisfecho- y se iba a descansar, ya que venía de trabajar. Dejaba en mis manos todo lo concerniente a la crianza. Yo ya no trabajaba, por una amable sugerencia de David- mi marido-para ocuparme a pleno de los chicos. Este cuadro de situación condujo a que mi hijo más grande y yon
Continuaré en otra entrada.
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