LA PINTA, CHE

A Juan Pablo nunca solía interesarle cuando llegábamos con compras de indumentaria. Miraba cómo abríamos paquetes, bolsos y al ver que se trataba de ropa, se iba a otro lado. Ayer le trajimos ropa-que estaba necesitando-.Empezó a abrir cajitas y bolsitas y se puso re contento. Y se puso algunas prendas. Anduvo feliz,sin importarle que, no le habíamos traído nada de alguna de esas comiditas ricas, o helado. Y se miró al espejo, sonriéndose a sí mismo. Vaya! quién lo hubiese dicho. Juan Pablo, vanidoso.Nos agradeció con besos y risas. Oh, là là.Cambio de prioridades. El glamour, la pinta, che.