Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

martes, 13 de abril de 2010

EXTRAÑA CON SU HIJO EXTRAÑO.


Juan Pablo tenía la costumbre de escaparse, algo que, venía haciendo desde los dos años.En el antiguo barrio esto no era tan grave, pues, siempre había algún vecino que lo estaba observando. Y lo traía de vuelta.La meta de él eran los kioskos, una afición que había de durarle mucho, demasiado, tiempo.Siempre volvía con el "objetivo"alcanzado.Chocolates, algunos alfajores, re selectivo a la hora de elegir.Era un buen "cliente", con crédito ilimitado.Esto fué un serio problema en el nuevo "asentamiento", nuestro. No nos conocían, no lo conocían. Así,cuando salía "de compras", escapado, no era exitosa su excursión. Volvió, más de una vez, golpeado, con la cara enrojecida,mal.Guardábamos la llave en lugares inimaginables, más, él, siempre-cosa 'e brujos-la encontraba.Además, estaban las ventanas.Era tan fácil abrirlas!LLegó un momento en que, desesperados, las cerramos, con alambres, las cosimos!pero, él siempre tuvo fuerza y las abría.Así, cuando se nos iba de las manos, salíamos a buscarlo los que estuviéramos. A veces, con suerte, lo alcanzábamos.Otras, no.EL volvía, finalmente, siempre, supo el camino-"las huellas de pulgarcito"- pero, CÓMO VENÍA!Yo salía después, a tratar de averiguar dónde había estado, a pagar "sus cuentas",esto, sí lo lograba, más, lo que tenía que oir! Agresiones verbales de todo tenor, amenazas, Dios!Y eso, ue, él no estaba todo el día.En el Centro, se admiraban. En ese tiempo, habíamos buscado fonoaudióloga, para lograr su desmutización.No pudo ser. La única que trabajaba con chicos con autismo, no quería hacerlo, sin María Esther.No aceptaba trabajar en equipo con otros profesionales, ni siquiera, los del Centro.Ante este panorama, todotropiezo, me llegué a preguntar si era la única madre de toda la ciudad-pequeña, pero, no tanto-con un niño así.Le preguntaba al Dr, él me decía que no tenía ningún paciente como Juan Pablo.Y, allí, ante mis ojos, estaba Natasha.Sus padres me habían dicho que su hija tenía otro diagnóstico:DCM, yo no sabía qué pensar! En mi mente, yo SABÏA que la niña tenía el mismo sindrome que Pablo.Más, no podía insistir.Tan malo-pensaba-es tener autismo?! no era MALO, era duro ACEPTAR.Quizás, yo hice mal en decir, hablar abiertamente de lo que tenía, tiene, mi hijo.Tengo un defecto-uno más entre tantos-y es mi impronta de libro abierto. Aquellos padres-los de Natasha-no tenían problemas con el vecindario.En cambio, yo, con mis explicaciones, mis pedidos de disculpas, era como el agua en aceite hirviendo. Con el correr del tiempo, me he dado cuenta, que, la gente me miraba como una pseudo intelectual-no llego al nivel medio, stándar, siquiera-y, además, arrogante. Y extranjera, con costumbres "copiadas", o sea, una persona de la que, era mejor, precaverse.No creer en lo que decía.Y, estaba la cuestión de "mi voluntariado". A muchos, no les caía bien, que, a mí, me conocieran, por esto. Que me hubieran ofrecido hasta un cargo público. Y que lo rechazara.Nadie-en esos tiempos, ni menos, ahora-podría creer en semejante idealismo. No había aceptado, en verdad, por algo mucho más simple: yo no tenía ni siquiera DNI, y también SABÍA cuán traicioneras son y serán, las arenas políticas. Y, para qué, quería más problemas!Bueno, ese era mi "curriculum vitae", y, eso, a mi querido hijo no lo ayudó en nada!

6 comentarios:

  1. Maria: Siempre tengo el miedo de que Agus se escape algun día...Se que reconoce las calles, pero no sabe cruzar solo en esta jungla de cemento como es la capital!
    Ayer, cuando el papa llego de trabajar, fue corriendo y toco la llave que estaba colgada junto a la puerta, en puntas de pie llego a una traba que la misma puerta tiene mas arriba en donde la cuelgo. Cuando toco la llave se dio vuelta y me miro, como diciendo "abrile". Mi corazon se puso contento, pero tambien me llene de dudas... Vi como miraba la llave y se la di, la queria meter en la cerradura, asi que lo ayude y yo di vuelta porque el aun no puede girar bien, el movimiento de abrir una gaseosa o girar una llave le cuesta... Me pregunto en cuanto tiempo mas podra abrirla solo? Tendre que tomar mis recaudos, y cerrar las dos cerraduras o poner una cerradura mas arriba en donde no llegue...

    Con respecto a tu labor como mamá ha sido increible. Poca gente se resiste al juego de seduccion de un puesto en el gobierno de turno con todo lo que ello implica... y con respecto a la gente, lo que decis me sirve, porque yo tambien soy de hablar, de contar lo que tiene Agus...Ahora me reservo un poco mas y con tu experiencia me reservare mas aun tambien!
    Muchas gracias por compartirla

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  2. Tenés que hacer algo con la llave! algo medio complicado-para él-y fijarte que, aunque parezca que ni te miran,están registrando ,como una PC.Hoy, hay tantos dispositivos, nosotros, por ahí, éramos más burdos.Hice bien-creo-en no aceptar ese cargo. Hubiera tenido más problemas que satisfacciones.Yo no soy ni argentina, me hubiera ganado más enemigos. Era por mi trabajo en pos de la vivienda para todos. Ahora, podés hablar, la gente n es tan desinformada, como pasaba allá. Eso, sí, fijate bien a quién, como vos decís, acá es una ciudad grande, y uno, no sabe bien con quién está hablando.Cariños. María.

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  3. María, en ese titulo has resumido muy bien todo. Así es como yo me he sentido y aún me siento entre la gente: extraña con su hija extraña.
    Muchos besos!

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  4. Pero, acá, y en donde están los que valen la pena, tu hija y mi hijo, NO SON EXTRAÑOS!

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  5. Maria me imagino esas andanzas, Diego comprende que no debe alejarse y no es una preocupación , pero tengo la experiencia de un primo hoy de 24 años que tiene Sindrome de Down mas autismo severo, se escapaba siempre que podia y nos angustiaba mucho, habia que correr a buscarle, nunca iba demasiado lejos, el tema era acerle regresar, y con lo grandote que siempre ha sido, era cosa de ingenio del bueno jijiji.

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  6. Hola, Betzabé, alguna vez he visto a chicos como tu primo.Sí, también, se escapan. Lo único que con Pablo, había que ser RÁPIDO! y yo no lo soy, ni siquiera, caminando.Dejó de escaparse, más o menos a los 16.

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