Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

viernes, 25 de junio de 2010

LA BÚSQUEDA.

Una larga espera. Una búsqueda que siguió años. Que vió cómo las hojas de los árboles reverdecían y se tornaban amarillas hasta morir.Una y otra vez.  Y las personas se iban, cambiaban, y aparecían otras. Muchas veces en ese tanto tiempo.Para ella, la espera era su razón de vida.Para muchos, ella era una obsesa. Mientras, Amelia, anduvo. Vivió. Sus días estaban siempre llenos de actividades, de lo único de lo que no se privó fue del cansancio.Y a su modo, se brindó, rió con las alegrías y los logros de los seres de su afecto y de otros a los que sólo conoció.Gustaba ella de caminar por la ciudad, deambular por calles que la atraían. También por pequeños poblados donde hallaba la economía de gestos y palabras. Esas eran sus escapadas, luego volvía al trajinar de siempre. Así hasta que, oficialmente se convirtió en una jubilada. Se alegró por el tiempo que ahora era suyo. Para seguir en la búsqueda. Los trenes la recibieron en sus interiores, los colectivos. Y los subtes. Más. siempre volvía a la casa. A lo mejor, quién sabe! ese día habría venido él. Al no encontrarlo, a la mañana siguiente salía a buscarlo.  Porque él ESTABA EN ALGUNA PARTE. DE ESO, ESTABA SEGURA.


1 comentario:

  1. María, me he quedado pensando en la espera de Amelia. A quién o a qué espera?
    muchos abrazos!

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