Una historia personal, un largo caminar con y por mi hijo Juan Pablo Yrigoy, TGD:AUTISMO. Un antes y un después en la vida de una mujer-yo-formada en el humanismo.
sábado, 10 de septiembre de 2011
YA NO PIDO, YA NO ESPERO
He llegado al final del camino. Sin fe, sin dolor, sin tristeza, sin alegría.He dejado todo. Ya no tengo máss por dar ni nada nada que esperar.Ya no te pediré Dios, un milagro, después de todo Vos y yo somos dos desconocidos. Aunque te escriba con mayúscula, porque, nunca se sabe! y la superstición es ficha puesta en nuestras domesticadas almas.Siento alivio, más que pena. Más, increíblemen te, estoy llorando.Necesito sacar el cansancio de ese largo trayecto. Me subí a un tren que no llevaba a ninguna parte. En una estación que, hoy, no existe.Miro hacia atrás, en el horizonte más, ya no se ve mucho.Ha anochecido.
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Fuerza María ♥
ResponderEliminarSé que no es fácil, también que debo ponerme en la piel de las personas, hallarás nuevamente aliento para seguir.
Descansá, las pilas se cargarán, te envió abrazos fuertes!
Gracias Graciela. La verdad ando muy necesitada de estos "abrazos".
ResponderEliminarESTAMOS IGUALES;SE VALE UN ABRAZO?.
ResponderEliminarFuerza,amiga.===
A mí me pasa que paso por momentos en que me siento caer, sin fuerzas, pero de pronto un día me levanto llena de fuerzas para continuar en la lucha por el bienestar de mi Fede. Vos sabés muy bien de lo severo de su patología, pero pienso que si es así es porque yo tengo las fuerzas de acompañarlo y hacer que mi compañia, amor y paciencia le sirva.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para vos María, muyyyyy fuerte
Susana querida, así es como dices. Caemos y nos levantamos hasta!
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