Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

viernes, 27 de julio de 2012

LOS DÍAS MÍOS EN LA DICTADURA

La vida después de aquella primera "caída"se volvió difícil(no encuentro otra palabra)era un alerta todo el tiempo.Lo peor era la "inspección" diaria en el hotelito cuando la policía(de civil)pasaba a pedir documentos.No eran los mismos siempre. Parece que había varios. En el trabajo era más fácil camuflarse. Mientras la relación con David seguía, a pesar de la "prohibición" que le habían dictaminado desde el Ejército.De todas maneras, la vida seguía, mi nene iba a la escuela, llegó la Navidad. Y empezó otro año y estábamos en una especie de camping que es un lugar muy lindo allá-ahora no sé cómo estará-y nos quedamos allí un poco para ahorrar y otro poco para alejarnos de las gentes, para semiocultarnos.Porque habían "comentaristas", ya se sabe.Más, no hay lugar donde esconderse cuando los que te buscan son "expertos". así fué que una mañana de pleno verano aparecieron ahí al frente de nuestra carpita a llevarme. Me paralicé del miedo. Había gente ahí, otra gente que acmpaba también. Mi nio salió corriendo al escuchar las voces de los milicos gritando"" a mi mamá no la van a llevar!!no no no!". Fué como nun sorpresivo para ellos que viendo la inconveniencia de los testigos se fueron no sin antes hacerme la señal de pasarse el canto de la mano por el cuello.Y decirme muy despacio que tenía 24 horas para irme si quería salvar el pellejo.Se fueron y yo quedé descompuesta del miedo. Dónde ir???ya había probado en el campo, ya había vivido en ranchitos, y finalmente, nada era seguro. De los días oscuros en la República Argentina. Continuará

1 comentario:

  1. Mi persegidor uno de los que me fué a buscar)era, es el "Alberto "Conejo" Martinez,"célebre"torturador y "faenador"

    ResponderEliminar