Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

miércoles, 25 de julio de 2012

SECUELAS DE UN PASADO FEROZ

A estas horas sé de las reacciones de todo tipo por mis dichos. Más, la vida no siempre nos da la hora exacta, el momento ideal o-por-tu-no para decir lo que no se PUEDE CALLAR.Incluso mi hijo, mi hermana no han encontrado adecuado que yo haya revelado todo esto que envenenaba mi alma y que, como todo tóxico debía tratar de expulsar.De los familiares que viven en Chile, sólo mi hija y una prima hablaron del tema. Mi hija lo ve, lo sabe como yo, mi prima es como recién enterada. Lamento eso sí, que mi sobrino Martin se haya enterado así, de esta manera.Hemos hablado. Quiero que aún , hoy, a esta alta distancia, comprenda QUIÉN FUÉ SU PADRE!.Y sí, lo capta.Él tenía sólo 2 años cuando pasó todo esto.  Ahora, quiero habar con él, pero de cómo era ese hombre,mi hermano, de su alegría de vivir, de su generosidad, de sus ojos que reían con él. Sé que nada, nada, nadie podrá suplantar o recrear el impacto de su presencia.Yo atesoro el sonido de su voz, sus gestos, el porte de su figura. Soy afortunada. Por otra parte, quiero moverme, colaborar para que todos los que torturaron, asesinaron y/o fueron cómplices-hablo de la civilidad-sean conminados a rendir cuentas. Sólo cuando se juzgue y se condene, de-fi-ni-ti-va-men-te podremos decilrles a las nuevas generaciones: ESTE ES EL CAMINO, NO SE DESVÍEN. EL MUNDO QUE TENEMOS HOY ES UNA ABERRACIÓN.TUVO UN ORIGEN. EXTIRPARLO ES NUESTRO DEBER.

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