Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

lunes, 15 de octubre de 2012

LLamado a la solidaridad

Ahora y desde hace ya tanto tiempo, nos encontramos en una zona oscura con respecto al sindrome de nuestros hijos(y tantas otras cosas!). Entre protocolos-que ya "son viejos"- hemos llegado a los últimos días del siglo XX,  y transitamos estos 12 años de éste. La verdad, no había pensado llegara ver mi hijo con 30 años. Más, aquí estoy..todavía.Encuentro que hoy como nunca está sobrevaluada la detección y la atención temprana. Uds se imaginarán que con mi hijo he atravesado todas las edades.Partiendo de la base de que mi hijo y todos los que son como él son  HUMANOS, no veo porqué no se aplica aquí la teoría comprobada de que a toda edad-mientras no estemos con el cerebro deteriorado-se puede aprender. cosa muy, muy cierta.Así las cosas y las tendencias y los mitos y los negocios!los intentos con Juan Pablo ya desde sus 18 años, cesaron. Por parte de la humanidad PROFESIONAL. Hoy mi hijo aprende -a sus 32 años- en el marco de un buen lugar con personas para nada rebuscadas, las que lo atienden y sus compañeros con otros sindromes y/o patologías, el arte de vivir en sociedad. Realiza tareas, atiende las consignas, y, su vida, mientras está ahí es una buena vida. No hay mayores conflictos. Más, cuando se trata de venir a casa, cambia todo. Es evidente que no está cómodo ni feliz en nuetra casa.y como no es-tá có-mo-do ni feliz, se dedica a molestar.De distinatas maneras. Una de ellas es abrir y cerrar la heladera. Desparramar objetos o lanzarlos hacia cualquier lado.Es un hombre que mide 1.85, macizo. Así es que, sus "jugarretas" son , un poco, peligrosas.Conozco a unas pocas familias con hijos adultos, sin re-edu-car. Y sé cómo se pone la vida difícil a esa altura. Necesitamos más lugares para estos jóvenes con autismo. En este momento acá, son insuficientes.Lugares con contención "artesanal". Lo más parecido a un hogar. Donde puedan estar, vivir, y sean tratados como lo que son, seres humanos, excepcionales.(Cuando ya no podamos nosotros ser y contener pr el desgaste lógico)

2 comentarios:

  1. Me alegra que Juan Pablo se encuentre bien; tal vez cuando sale de su lugar de pertenencia se sienta `perdido' con las consignas María.

    Abrazos enormes, siempre te leo y deseo lo mejor para tu familia.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Graciela.Sí, es como, si, al sentirse tan bien allí, no encuentra razón de venir. A mí me ve igualmente pues yo voy por una razón u otra. Mirándolo allá, es un caballero tan educado! Juan creo que ha derribado esa barrera de la adaptación.Abrazos para vos amiga!

    ResponderEliminar