LA VOZ DEL HERMANO MAYOR.

Sabés que me das la fuerza?la que necesito hoy, en este momento donde otra vez, es la vida que de pronto, se vuelve en contra, de las pequeñas felicidades, de las conquistas que hemos creído lograr. Solo tu voz, y tus palabras. Tu serenidad, tu practicidad que, no creo hayas aprendido de mí. Que sigo siendo -aunque la fachada diga lo contrario-la misma de 16 que soñaba mirando el ancho mar de campo solitario de voces, y llenaba hojas de papel cantándole a todo, al Universo mismo.Gracias Roberto! qué bueno que vengas, no solo ahora, sino, SIEMPRE. Sabés que me ordenás la vida?Porque yo, hace mucho que siento que vivo en un caos. Aunque haga y diga,me esfuerce, soy torpe. Siento que con tu hermano, he sido torpe. Que fuí, aunque viendo las cosas que no estaban bien, fuí, como pisando huevos. Y esa manía mía de ignorar el calendario! ahora, ya, tus palabras me describieron un esquema, los pasos a seguir. Hace unas horas mientras caía ese aguacero, yo me afanaba en mil y una tarea no tan imprescindibles, para acallar las voces de alarma que mi mente me enviaba, y yo confundida, angustiada, por Juan Pablo y su presente y la incertidumbre de no saber donde posicionarme para defender su vida, no podía no no podía salir de ese torbellino. Tu llamado en eso. Y por fin, la claridad del pensamiento.De tu lógica. Tu llamado y el de una mamá, también, de otro hijo como Juan Pablo, me han llenado de luz, de inspiración. TE QUIERO HIJO. GRACIAS!