Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

viernes, 13 de febrero de 2015

LA HERMANITA

En estas horas terribles, donde todas mis fortalezas han caído, donde no sé cómo es que estoy, como es que hablo, voy, camino.Ella. esta hija angelical, esta mujer joven liviana como hoja, pero fuerte y sin desechar sus convicciones, práctica, me vuelve a la vida. Su cercanía es el regalo tan preciado de mis días. Ella y su hermano Juan Pablo,viven, aún en tan duras cirscunstancias, la fatría, ese amor único que hace a las personas sentir, alegrías, hondo dolor, vivencias, que, quizás, no correspondían. Ella mira a ese hermano hoy crucificado con el dolor, más también con esos ojos tan bellos, alertas, a todo lo que pueda dañarlo. La "hermanita. Una de las palabras que decía Juan Pablo en su hablar de infancia. Chiquita, quica, titita.Así la nombraba, riendo, porque ella lo seguía a todos lados por la casa buscando el juego. Juegos de niños, juegos de hermanos. Un poco distintos, ya que Juan Pablo, s´lo quedaba por instantes, quieto.Ella hoy, también ha sentido la desolación.La impotencia. Las preguntas que caen en el aire y se van sin ser contestadas. Y, él, así, ha tenido momentos de remanso, cuando ella lo toca. Lo abraza. Yo sé que ella quire cortar con todo, y salir a la calle con su hermano y llevarlo al paraíso que se merecen los mártires, que, inventa y crea, esta sociedad enferma. Ella mi ángel, él mi ángel. Dios ha e mirar tanta pureza y tanto desprendimiento. Amén

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