Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

sábado, 7 de febrero de 2015

TE ESPERO JUAN PABLO.

Parece que llegamos al final de la historia. Ya todas las puertas se han cerrado y el viaje ha terminado. Miro hacia atrás un poco , más no alcanzo a divisar mucho. El sendero tan transitado se ha borrado, ya no está. Vuelvo la mirada hacia adelante-que dicen que "es la brújula del tiempo", mas, unos grupos de gentes que no conozco, me obstruyen toda visión. Hablan entre ellos y no entiendo qué dicen. Entonces, como el náufrago solitario en la isla jamás encontrada, me detengo en lo que tengo, y es poquito. Revuelvo entre mis bolsos y papeles, y hay unos, arrugados que hablan de exámenes, de fechas, que, ya no distingo si son de el año pasado o de este. Ante mí, la muchedumbre ha desaparecido y el tren me abre las puertas. Adónde voy?No lo sé. En principio yo sé que voy a verte-qué extraña frase"voy a verte"-y, entonces se me aparece esa estampa tuya de hombre ya, y luego se diluye y te veo pequeñito trepando hacia el techo de la casita, ésa, la de cerca del río.El tren corre y las estaciones-de las que veo unos retazos- van pasando. Es otro paisaje, son otras fachadas, aunque sea el mismo Buenos Aires. Luego estoy ante un portón de rejas que abren, al entregar mi DNI.Y voy, voy a tu encuentro. No sé como te hallaré. La última vez, me diste una muestra de quién sos. Hoy, espero me des a conocer más.  Y MÁS DE TI.PORQUE ÉSTE , JUAN PABLO, ES EL FINAL DE UN CAMINO. DEL QUE RECORRIMOS JUNTOS. AHORA, VAS A VIAJAR SOLO. Y, yo, voy a esperar que cuando termine TU viaje, vengas a casa.

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