Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

miércoles, 29 de abril de 2015

UNA Y OTRA VEZ.

Ayer, mientras volaban las pequeñas cosas por el viento, tuve que contar tu historia. Tu historial. Desde los días cuando yo observaba a ese bebé que eras, dis-tin-to. De como des-cu-brí que tenías AUTISMO a tus 8 meses.Y después, TODO.Hasta que el doctor, tu nuevo doctor, que Dios lo Ilumine! me dijo:"seguimos en otra" y le dejé un compilado de papeles. De papeles que cuentan, con visiones varidas tu sindrome. Tus tratamientos. Tus internaciones. Que empiezan a tus 21 años.Y me fuí, a la calle, donde el mismo viento seguía soplando, y ese suave desamparo que nos hace sentir el tiempo fresco, me envolvía. Mientras esperaba el colectivo. En esa parte de la ciudad donde se mezclan los estilos arquitectónicos de hace casi un siglo, y los de ahora, iguales a los de todas las grandes urbes.Sabes Juan Pablo? hace un tiempo ya, que ando como en estado de contemplación. Como si me contaran esta historia tuya y mía. Me sacuden sí, vivencias de mis estadios de vida, de la sensación de que cuando vuelva a casa, le contaré a mi hermano(desaparecido en 1971) de las novedades, compartiré mis impresiones con él, de esta nueva situación. Tuya. De hecho, (como en Cien años de soledad, Ursula Buendía)me sorprendo hablando a los que están ahora, como si fueran él, o aquella amiga. Es más, veo en la amiga de ahora, re-al a esa otra de mi recuerdo. (Eso la gente lo llama chochez). Bueno, yo "estoy situada en tiempo y espacio", más, pue-doirme a otroas coordenadas. Por llamarlo de algún modo. Es bueno, pues uno nunca ha de dejar de ser, mientras sea. Y tú? Ahora que te veo más seguido, que tu serenidad me devuelve esa posibilidad, descubro más actitudes "normales" , que de las que tanto inquietan, y que exagerademente describen en esas historias clínicas que dejé en el consultorio. Quizás, nos permitas saber. Quizás podamos recobrar esas escenas que no fueron, esas reuniones familiares que hubo, un poco distintas de las de otras familias. Hoy que llueve, me viene a la mente esos días así, donde aprovechábamos para que tú salieras afuera a correr, ya que no había nadie.Saboreo esos momentos. El cariño que te tengo se acrecienta, hasta casi no caber dentro de mí. Y así va trasladado por el viento hacia ti.

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