Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

domingo, 28 de junio de 2015

REGRESO.

Qué lindo es llegar a casa después de haber andado de tumbo en pozo, después de tanta peripecia, tanto sufrimiento innecesario!se ve en tu semblante lleno de paz que no quiero turbar, y que por eso, me asomo despacito a tu cuarto, para espiar tu descanso.Igual, cuando voy a verte, el sigilo es mi premisa.- No deseo turbarte ángel mío con tanta inquietud sombría de allí afuera.He evitado y lo voy a seguir haciendo ,las visi para tí, salvo tu hermana, el Dr y yo.  Quiero cuidar ese refugio tuyo, que-pocos saben- conocías ya y recorrés sintiendo que son las mismas paredes donde llegaste un día hace ya mucho tiempo. Y donde has regresado. Ya saben allí como te gusta escuchar la música, suavem en tonos mínimos, que bañe el espíritu adentro. La música colrea nuestras vidas, le da esa magia, que tanto necesitamos. Saben también que te gusta la actividad, que quires correr o caminar, saben porque les han dicho, y también porque te observan. Tu ser único, tu ser incomprendido tanto, que en otros lugares le buscaron el lado mercantil. Ganar dinero a tu costa. Ya no, hijp, no mientras esa casa tuya esté en pie. Dios los guarde. 

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