Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

miércoles, 4 de noviembre de 2015

LLANTO DE UN HIJO.

Juan Pablo , yo no sé, nunca lo vi llorar. Cuando nació, cuando era un bebé, cuando crecía. Nunca.Su grito era eso, un grito. Nunca hubo lágrimas. Ni sollozos. Esto también confirmado por las personas de los lugares donde estuvo. Años. Donde está ahora, un Hogar donde ya había permanecido bastante tiempo, hace ya años, donde lo conocen bien,suelen tomar la merienda entre las 16.30 a las 17 hrs. Algo más, algo menos a veces. Un viernes pasado ya, mi Juan en ese horario, de pronto se echó al suelo llorando. LLorando, sí, Juan Pablo llorando. Nadie sabía qué le pasaba. Era el viernes 9 de octubre cuando mi marido fallece a las 16.50 hrs. Bastante lejos en Capital. Bastante lejos de donde está nuestro hijo. Juan Pablo lloró a su padre. La persona que con mucho tacto-gente muy seria son allí-me refirió esto, estaba también conmovida y asombrada. Cuando tomé real nota de esto, sentí a mi hijo, chiquito, real, despertando a sus emociones más intensas. Mi Juan Pablo!supiste! LLoraste!hijo excepcional, pequeño,enorme,misterio abierto, hijo mío! Tú me habías abrazado con tanto cariño, después de nuestra pérdida. Yo, embotada, no pude ver tu cambio. Hijo amado, yo no sé si papá está en el cielo, junto a Dios, pero, acá está todo lo que fué y lo que vivimos con él. Tu padre te llamó. Fuiste al único que llamó antes de marcharse. Quizás escuchaste esa voz y, supiste. Yo no lo sé. Solo alcanzo a ver que tu sensibilidad es tan profunda que , me imagino, has de hacer lo que haces a veces, para soportar tus emociones.Y ahora sé y él debe saber donde esté, que LO AMABAS. NOS TIENES JUAN PABLO.TE AMAMOS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario