DECISIONES¿ EQUIVOCADAS?

Cuando Juan Pablo cumplió 5 años, David viajó hasta Buenos Aires. Venía a ver a un padre que le iba a mostrar los centros que aquí había. También a levantar el diagnóstico-de la obra social-que habían preparado en ocasión de su anterior viaje-los potenciales evocados , la TAC y unas sesiones con un médico psquiatra y una Dra neuróloga de ellos-. Cuando tocó el timbre en la csa de papá aquel. lo recibió un jovencito, muy serio que le dijo que su padre lo atendería en seguida. Salieron con el Sr Cos..a recorrer los lugares previstos. El padre éste le explicaba que había centros excelentes, pero, eran centros de día. Tendría Ud que venirse a vivir acá-le dijo-los hogares,al menos hasta donde yo sé no son más que depósitos de personas. Con cuánta claridad, este hombre le estaba diciendo una verdad tan grande! (hablo por la triste experiencia de mi hijo, años más tarde). A todo esto, David le preguntó por su hijo. Ya lo ha conocido Ud, le contestó el Sr Cos.., le ha abierto la puerta hoy. David no podía entender¿pero, entonces, el autismo se cura? El padre este le fué explicando, amablemente, todo el esfuerzo de años, el tratamiento ininterrumpido, el seguimiento en la casa de el mismo, etc,.El pibe tenía 15 años, iba al colegio secundario, tenía un solo amigo y también, un perro. No, dijo aquel padre, el autismo no se cura, lo que hicimos fué darle todas las herramientas posibles para que pueda llevar una vida no dependiente.Le recomendó, una vez más, venirse a Buenos Aires.Y se despidieron. David llegó a casa, portador de "buenas noticias".Me mostró la conclusión de los médicos de IOSE, trastorno emocional, decían, algo QUE SE LE VA A PASAR CON EL TIEMPO! claro, dije, no ves que te dan este diagnóstico para evadir su responsabilidad? (yo estaba al tanto de la ley de discapacidad), me pareció una burla cruel lo de IOSE. Una avivada, MAL.Mientras me contaba del Sr Cos.., se me caían las lágrimas. Vámonos-le dije-qué nos ata aquí? vámonos, por favor.Yo veía que, allá, lejos, no íbamos a poder. Más él se negaba rotundamente.Debí haber tomado la audaz decisión que algunos me sugerían.Tomar a mis hijos y largarme. Que David me iba a seguir. Yo no estaba tan segura. Y mi situación personal era pésima. Indocumentada, sin medios de subsistencia propios, no era un camino destinado al éxito. Eso me parecía en esos días. Ésa fué mi cobardía, quizás.