PRIMERA CIRUGÏA; PRIMERA CONVULSIÖN.

Juan Pablo empezó a quejarse de algo que le molestaba, y no atinábamos a dar con su molestia yo dolor.Entonces, se autoagredía en forma tremenda. Se mordía a sí mismo, o se golpeaba los nudillos de las manos contra la pared. Fué Roberto que tocándole la cara, descubrió la razón:los dientes-quizás demás esté decirlo,pero, siempre hay una razón en las autoagresiones-. Fuimos con nuestro consejero(el Dr pediatra)quien a su vez nos mandó a un odontólogo, un hombre de gran profesionalidad, y de una paciencia a toda prueba. El Dr Lol...hizo todo lo humanamente posible, para, al fin, aconsejarmos viniéramos a Buenos Aires, a un hospital, ya que, la única manera, según veíamos todos, era con él-Pablo-anestesiado. Vinimos Todos, menos David.Cecilia, Roberto, JuanPablo y yo. En las primeras revisaciones, debía estar Roberto con él, ya que era a la única persona a la que le permitía examinar su boca. Finalmente, los Dres odontólogos nos derivaron a el cirujano maxilofacial. Más, este Dr no quiería saber nada. Nos explico lo peligrosa que podía ser una intervención de este modo, un paciente dormido, anestesiado, y él, maniobrando en su boca. Yo también lo veía muy riesgoso. Fuimos con una Dra psiquiatra del mismo Hospital Militar. Ella nos dijo que, generalmente, a estos chicos, no habían muchas otras formas de hacerle revisaciones odontológicas. También nos habló de una medicación-yo la consulté-nueva, la olanzapina, más, mantuvo sus reservas en cuanto a recetarla ella, ya que Pablo era de Entre Ríos. Finalmente y con muchas precauciones, Pablo estuvo en un quirófano, dormido, su hermano allí con ropa esterilizada, le sacaron las dos piezas de adelante y una de cada lado. Ese día y el siguiente estuvimos con él, a su lado. Cuando le dieron el alta, lo dejamos que descansara un día más en el hotel, y luego regresamos. Esa noche-ya en casa-no durmió. Más o menos a las 7-yo había pasado lña noche acompañándolo-le serví una taza de café y otra para mí. Estábamos sentados frente a frente, cuando veo que se va deslizando hacia el piso, y allí, empieza a convulsionar. Grité:Roberto-se había quedado en casa-y él vino corriendo, le abrió la boca en un intento de que la lengua no lo ahogara. De a poco, fué volviendo. Mareado.Lo llevamos al Dr pediatra- él nos dijo que si no habíamos notado la alta temperatura que tenía. Ha tenido otros episodios,en total, unos 4 siempre en relación a estados febriles.