Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora
Mostrando entradas con la etiqueta río niños sebastián accidente. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta río niños sebastián accidente. Mostrar todas las entradas

sábado, 17 de abril de 2010

LA FAMILIA, NIÑOS, CAMBIOS.

Ese río. No sé si el más anchuroso, pero, sí, tan bello! En una etapa de su cauce, Juan Pablo nos mostró, hace tánto!, su destreza de pez? yo soñaba en esos días con que conociera el mar. Pablo ES una criatura del agua. El agua.Se había mudado-el Centro- a una quinta, y en ella, había un tanque australiano, limpio, ya que, allí no se hacían tareas agrícolas.Y ésa fué la piscina. Allí, en el verano, pasaba y gozaba mi hijo, sus últimos días de niñez.Había entrado al Centro un chico con diagnóstico de autismo.Era, oficialmente, el primero, que, yo conocía. Amén de mi hijo.Más, era-es-tan distinto a mi hijo! Sebastián hablaba. En tercera persona-refiriéndose a sí mismo-más, claramente. Y lloraba. No gustaba tampoco de ir -como casi todos los otros chicos del Centro-a la "piscina".Me decían los educadores que,No sabían muy bien qué hacer para motivarlo.Ahí, fué donde empecé a conocer las distintas variantes en este sindrome.Iba a ver con el tiempo, muchas más.Por otro lado, a mí me preocupaba el mutismo de Juan Pablo. Así es que, seguía realizando intentos, en busca del tratamiento fonoaudiológico. A la vez, Pablo iba con una psicóloga, para sin poder hacer contacto con él, se daba por vencida. ´De nuevo, a otra, y así, pasaban los años. Y todo costeado por nosotros, nuestros recursos iban siendo mermados por deudas-préstamos-y yo seguía manadando notas a la obra social y comunicándome por teléfono.No había respuestas. De todas maneras, la vida continuaba deslizándose-como el río-y la familia iba cambiando, ensanchando. Viviana, mi primera nieta, dos años menor que Cecilia, pasaba varios días en casa.Yo amaba a esa niñita, la amo todavía, y era hermoso verlos crecer a mis dos hijos menores junto a ella.Misteriosamente, Juan Pablo, aceptaba su presencia, y hasta jugaban juntos.Cuando Pablo cumplió 10 años, nació Emanuel.Mi segundo nieto. Al año de edad, vino a vivir a casa. Por razones, que, no cabe aquí explicar-el objetivo del blog es el autismo-los hijos de mi hija Leticia, debieron pasar con su abuela-yo-algunas etapas de su vida. La casa estaba llena de vida, de niños.De pronto, sentía que así era mejor,éramos una gran familia.Viviana y Cecilia jugaban sus juegos de niñas, yo criaba a un bebé, y entre todos, estaba Pablo. Al que seguí dedicando-y sigo-mis mejores esfuerzos. Tenía en brazos a Emanuel, cuando me vinieron a avisar que David había sufrido un accidente.Estuvo grave por unos cuantos días. Fueron días duros, trajinados, de angustia.Finalmente salió adelante. Y volvió a la casa. Empezó la rehabilitación. Se puso bien, más, algo en él, había terminado para siempre.Lo fuí notando en forma creciente, pero, había tánto qué hacer! yo seguía-y sigo-igual. Expectante, alerta. Esperanzada.