Cuando
Cuando era niña mi madre nos daba por despedido el día con una sonrisa.Y nos dormíamos con la ilusión del nuevo día que llegaría con sorpresas para descubrir. A veces,era un paseo, otras un regalo sumamente esperado.Vinieron otros días donde mis padres-.arruinados económicamente-no podían prometernos viajes ni regalos. Más, mi madre siempre nos despedía en la noched con esa sonrisa suya y en mi mente, seguía viva la promesa del día siguiente.De la FIESTA. De la VIDA. traté-no me sale tan bien como a mi madre- traté de transmitir a mis hijos eso tan bello que es la esperanza? pero no una a largo plazo sino, una dicha inmediata y siempre presente. Les enseñé a VER la belleza de algunos momentos, de pequeños placeres, de la alegría de compartir. Momentos, experiencias,placeres y...penas. Que la VIDA es ÚNICA. Y que es como una GRAN FIESTA.A pesar de tanto y de todo!!!Y de verdad, eso, esa filosofía humilde, casera, hecha de puro cariño ha sido una firme base para ellos.Par sobrellevar sus tropiezos y seguir adelante. Y a no temer el día de mañana. La vida no da garantías, más, por eso mismo cuando da algunas cosas hay que FESTEJAR.
era